El abuso verbal es la forma más común del “maltrato emocional”; es el tipo de abuso más disimulado y aceptado por la sociedad.
¿Como saber cuando hay abuso verbal?
Debe percatarse si su pareja la insulta continuamente y dejar de justificarlo diciendo que ese es su estilo de hablar. Frases como: “que tonta eres”, “es que nada te sale bien”, “si fueras taxista, te morirías de hambre”, ya que denotan desprecio hacia las capacidades de la mujer.
- Si recibes continuamente comentarios sarcásticos de tu pareja, por ejemplo: “si, seguro que lo haces muy bien”, “todos aplaudirían lo que estás haciendo”.
- Si tu pareja te amenaza continuamente de que te va a abandonar o de que la te va golpear si continua haciendo algo que él le ha dicho que no le parece bien.
- Si cuando él quiere algo no te lo pide y sí te ordena que lo hagas; por ejemplo: “te quiero ver aquí a las 8:00 en punto”.
- Darte cuenta de que continuamente desacredita lo que dices y trata de confundirte con frases como: “yo no te dije eso”, cuando recuerdas con claridad que sí lo dijo; “te lo estás imaginando” cuando viste algún acontecimiento y tienes la certeza de que sí sucedió y lo comentas con él.
En todos estos casos es claro que existe abuso verbal; sin embargo, aunque resulte difícil de creer, no todas las mujeres reconocen que “algo anda mal” cuando son tratadas así; muchas tratan de justificar la actitud de su pareja, debido a que están confundidas por la conducta de ellos.
El abuso verbal trae consecuencias negativas en las mujeres —al igual que en los niños y en cualquier persona que la sufra—: afecta su salud mental, deteriora su autoestima y su capacidad para relacionarse y hace que ella misma minimice sus habilidades sociales y académicas.
La mujer que es víctima de abuso verbal suele tener una imagen negativa de sí misma —efecto más común y más generalizado—. Asimismo, va generando circunstancias causantes de angustia y ansiedad, lo cual lleva fácilmente a la mujer a sufrir depresión. Este problema de salud, el cual se da mayoritariamente en las mujeres y se ha considerado “debilidad femenina” o tendencia de éstas a “hacerse las víctimas”, es un hecho muy real; es triste, pero una de sus principales causas viene de la relación con su compañero, con “el hombre de su vida”, dándose así el caso de que literalmente está Durmiendo con el enemigo, como el título de aquella película famosa.
Una mujer que es víctima de abuso verbal se siente menospreciada, maltratada, ofendida, confundida y su autoestima se debilita, por lo cual cae en periodos de depresión de los que no tan fácilmente sale, sin importar sus condiciones profesional, económica ni social. Lamentablemente, ello está ocasionando que muchas mujeres pierdan el sentido a la vida y caigan en depresiones muy fuertes, cuya única salida es consumir antidepresivos —por ejemplo, el prozac, mal llamado “la píldora de la felicidad”—, que las provee de serotonina; es decir, el neurotransmisor que les da mayor seguridad y tranquilidad, o, en casos más extremos, optan por la falsa salida: el suicidio, problema que por desgracia se está incrementando en nuestra sociedad.
Cuando una mujer es víctima de abuso verbal, pasa por distintos periodos;
Primero: la negación del abuso, pues su compañero considera que él no ha hecho nada malo, hace que la mujer se sienta culpable de sus respuestas violentas y del mal trato, que sería incapaz de tener con otras personas, manteniéndose la idea de que “en la guerra y en el amor todo se vale”; Segundo: el presentimiento de que algo no está bien, a pesar de que su compañero le haga creer que no está pasando nada y que sólo son “exageraciones de ella”, pues le gusta “hacerse la víctima” y por eso se lamenta del trato que él le da; tercero, de depresión, fase en la cual la mujer no tiene la energía para salir adelante, sumiéndose cada vez más en la apatía, el desconsuelo y “el ahí se va”.
Identifica el problema y piensa que no es algo normal, pues el respeto que mereces debe prevalecer ante cualquier otra circunstancia, incluso, el amor o el miedo.
FUENTE.- DEVELANDO EN NUESTRAS VIDAS TODOS LOS TIPOS DE VIOLENCIA: EL ABUSO VERBAL
Concepción Noemí Martínez Real
UAEM
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¿Como saber cuando hay abuso verbal?
Debe percatarse si su pareja la insulta continuamente y dejar de justificarlo diciendo que ese es su estilo de hablar. Frases como: “que tonta eres”, “es que nada te sale bien”, “si fueras taxista, te morirías de hambre”, ya que denotan desprecio hacia las capacidades de la mujer.
- Si recibes continuamente comentarios sarcásticos de tu pareja, por ejemplo: “si, seguro que lo haces muy bien”, “todos aplaudirían lo que estás haciendo”.
- Si tu pareja te amenaza continuamente de que te va a abandonar o de que la te va golpear si continua haciendo algo que él le ha dicho que no le parece bien.
- Si cuando él quiere algo no te lo pide y sí te ordena que lo hagas; por ejemplo: “te quiero ver aquí a las 8:00 en punto”.
- Darte cuenta de que continuamente desacredita lo que dices y trata de confundirte con frases como: “yo no te dije eso”, cuando recuerdas con claridad que sí lo dijo; “te lo estás imaginando” cuando viste algún acontecimiento y tienes la certeza de que sí sucedió y lo comentas con él.
En todos estos casos es claro que existe abuso verbal; sin embargo, aunque resulte difícil de creer, no todas las mujeres reconocen que “algo anda mal” cuando son tratadas así; muchas tratan de justificar la actitud de su pareja, debido a que están confundidas por la conducta de ellos.
El abuso verbal trae consecuencias negativas en las mujeres —al igual que en los niños y en cualquier persona que la sufra—: afecta su salud mental, deteriora su autoestima y su capacidad para relacionarse y hace que ella misma minimice sus habilidades sociales y académicas.
La mujer que es víctima de abuso verbal suele tener una imagen negativa de sí misma —efecto más común y más generalizado—. Asimismo, va generando circunstancias causantes de angustia y ansiedad, lo cual lleva fácilmente a la mujer a sufrir depresión. Este problema de salud, el cual se da mayoritariamente en las mujeres y se ha considerado “debilidad femenina” o tendencia de éstas a “hacerse las víctimas”, es un hecho muy real; es triste, pero una de sus principales causas viene de la relación con su compañero, con “el hombre de su vida”, dándose así el caso de que literalmente está Durmiendo con el enemigo, como el título de aquella película famosa.
Una mujer que es víctima de abuso verbal se siente menospreciada, maltratada, ofendida, confundida y su autoestima se debilita, por lo cual cae en periodos de depresión de los que no tan fácilmente sale, sin importar sus condiciones profesional, económica ni social. Lamentablemente, ello está ocasionando que muchas mujeres pierdan el sentido a la vida y caigan en depresiones muy fuertes, cuya única salida es consumir antidepresivos —por ejemplo, el prozac, mal llamado “la píldora de la felicidad”—, que las provee de serotonina; es decir, el neurotransmisor que les da mayor seguridad y tranquilidad, o, en casos más extremos, optan por la falsa salida: el suicidio, problema que por desgracia se está incrementando en nuestra sociedad.
Cuando una mujer es víctima de abuso verbal, pasa por distintos periodos;
Primero: la negación del abuso, pues su compañero considera que él no ha hecho nada malo, hace que la mujer se sienta culpable de sus respuestas violentas y del mal trato, que sería incapaz de tener con otras personas, manteniéndose la idea de que “en la guerra y en el amor todo se vale”; Segundo: el presentimiento de que algo no está bien, a pesar de que su compañero le haga creer que no está pasando nada y que sólo son “exageraciones de ella”, pues le gusta “hacerse la víctima” y por eso se lamenta del trato que él le da; tercero, de depresión, fase en la cual la mujer no tiene la energía para salir adelante, sumiéndose cada vez más en la apatía, el desconsuelo y “el ahí se va”.
Identifica el problema y piensa que no es algo normal, pues el respeto que mereces debe prevalecer ante cualquier otra circunstancia, incluso, el amor o el miedo.
FUENTE.- DEVELANDO EN NUESTRAS VIDAS TODOS LOS TIPOS DE VIOLENCIA: EL ABUSO VERBAL
Concepción Noemí Martínez Real
UAEM
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