martes, 12 de abril de 2011

LA HISTORIA DE DINA Parte 7

El siguiente lunes fué el primer día en que Dina asistió a trabajar a la escuela primaria que le asignaron. Quedaba lejos de su casa por lo que muy temprano pasó a encargar a su hija con sus vecinos. Tuvo que tomar dos autobuses para llegar un poco antes de la hora de entrada de los alumnos, y presentarse con el director de le escuela. Estaba mas que emocionada. Muy nerviosa por su primer dia de clases pero con mucho ánimo y con la esperanza de hacer bien su trabajo, pues ello significaba la oportunidad de hacerse completamente independiente de su marido, el que por cierto, no tenía la menor idea de que ese mismo día en que el se encontraba muy lejos de la ciudad, en un lugar que la chica ni siquiera conocía, ella estuviese acudiendo a trabajar, buscando un mejor porvenir.
Cuando el director de la escuela la presentó con los niños, se sintió reconfortada y sus nervios desaparecieron rápidamente. Esas caritas curiosas que la veían con mucho interés, la hicieron sentir por primera vez que su vida valía la pena, y que con su esfuero podría tratar de mejorar las condiciones de sus alumnos, enseñarles a ser hombres y mujeres de bien, influir en su forma de pensar y de actuar para que ni uno de ellos actuara como ella o como su marido; para que las niñas en su papel de futuras esposas hicieran valer su dignidad y no se dejasen nunca golpear por sus parejas, y los niños como futuros esposos evitaran maltratar a las mujeres y en cambio les ofrecieran respeto y cariño, lo que a ella le había faltado hasta ahora.
El trayecto de la escuela a su casa le pareció una eternidad. Con los conocimientos que había adquirido con los pocos estudios realizados, logró sacar adelante las lecciones de ese día. Cuando llegó por su hijita casi no podía platicarles a sus mentores la maravillosa experiencia que había vivido. Estaba sumamente emocionada y agadecida. Las lágrimas y las risas, fluyeron esa tarde de los tres. Era definitivamente el principio de su nueva vida. 
Ya por la noche, después de alimentar a su hija y acostarla a dormir, Dina se sentó a la mesa de su casa para repasar la lección del siguiente día, a la media noche y enmedio de un profundo silencio, hizo una pausa y se dió cuenta que ya no se sentía sola y disfrutó el silencio de su hogar, y comprendió que a partir de ese día ya no se sentiría angustiada por no tener a su marido a su lado, y que toda esa profunda tristeza que antes sentía por su ausencia, sería compensada por la ilusión de tener un trabajo, y una oportunidad de buscar un mejor futuro para ella y para su hijita, y sintió coraje en contra de ella misma por no haber sido capaz de hacerlo antes, pero también al final comprendió, que nunca es tarde cuando se tienen las ganas de valorarse como persona y como ser humano.  

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lunes, 28 de marzo de 2011

LA HISTORIA DE DINA Parte 6

Muy temprano salieron Dina y su mentora a las oficinas del sindicato de maestros. Esperaron un par de horas para ser atendidas por el directivo que les ayudaría en los trámites para que la plaza de la maestra retirada pudiese ser asignada a la chica. Después de algunas firmas, copias fotostaticas y varias visitas en distintas oficinas, por fin ya muy tarde salieron cansadas pero muy contentas con la orden de trabajo en la mano. Decía que dentro de tres días, Dina tendría que presentarse en la escuela primaria donde trabajo por mas de 20 años su protectora y amiga. Sentía tanta emoción que ni siquiera se acordó de comer en casi todo el día. Los nervios llegaron y la incertidumbre de saber si podría con el trabajo no la dejaron que se acordara siquiera de probar alimento. Estaba tan emocionada que no le importaba nada, solo pensaba en su hija y en la posibilidad de tener una nueva oportunidad.
Durante esos días se dió a la tarea de recopilar información sobre el trabajo que desempeñaría, recibió muchos consejos de su amiga, además de muchas recomendaciones pues como en casi todos los trabajos sucede, no le faltarían las proposiciones de los hombres y las envidias de las mujeres, pues la chica no pasaba nada desapercibida aún con el maltrato personal que su condicion de vida ya le estaba ocasionando. Se preparó con mucho empeño y estaba lista para iniciar su nueva vida.
El día que indicaba su orden de trabajo llegó muy temprano a la escuela. Cuando se presentó en la oficina del director algunas empleadas la recorrieron de pies a cabeza, haciendo suposiciones de su presencia en ese centro de trabajo. Una vez que la atendió el funcionario fueron aclaradas sus dudas y de inmediato se le asignó un grupo de alumnos que se encontraba sin maestro, debido a una enfermedad grave. Eran niños de segundo año de primaria. Cuando estuvo frente a ellos y fue presentada por el director, sintió un gran vacio de nervios en el estomago pero a la vez se ilusionó con el compromiso de educar a aquellos pequeños, los que penso que a lo mejor las mamás de muchos de ellos se encontraban en las mismas condiciones en que ella habia vivido hasta ahora. Se hizo un compromiso interior para tratar de ayudarlos a todos y darles mucho cariño y apoyo para que fueran unos buenos estudiantes. Ese día fué el comienzo de la nueva vida de Dina. Solo la incomodaba la idea de que su marido se enterase de aquella situación, y tuviese que enfrentar el coraje que le ocasionaría.
  
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jueves, 24 de marzo de 2011

LA HISTORIA DE DINA Parte 5

Después de algunos días en esas lamentables condiciones, Dina se vio obligada a salir en busca de leche y pañales para su hija. Lo hizo de prisa y por la noche para no encontrarse con sus vecinos a los que tenía miedo de darles la cara, más que para esconder sus ojos hinchados, por la verguenza de haberse alejado de ellos aún cuando sabia que casi todos los días de su encierro intentaron hablar con ella. En la tienda de la esquina donde sacaba fiado, se encontró ese día con una señora a la que nunca había visto y de la que sólo alcanzó a escuchar en la plática que tenía con la dueña del negocio, que acababa de llegar del norte por que se divorció de su marido al que no aguantó más debido a los malos tratos que le daba. Se trajo con ella a su hija de 12 años. Tenía un problema de discapacidad en ambas
piernas que la limitaban para moverse sola, pero ella como su unico apoyo se habia propuesto a sacarla adelante y por lo pronto, le pidió permiso a la tendera para poner una cartulina en donde ofrecer sus servicios para lavar y planchar ropa. Dina salió casi conmocionada por las palabras de aquella desconocida. Se sintió tan mal por lo que escuchó, que se fué corriendo a su casa y no pudo aguantar el llanto. Algunos vecinos que la vieron la tildaron de loca, a otros les dió lástima. No pudo pegar los ojos en toda la noche, se culpaba por cobarde, por no se capaz de pensar como esa desconocida, por no tener el valor de salir adelante sola, por tenerle miedo al hombre que la maltrataba y la humillaba, por que un dia le enseñaría lo mismo a su única hija. Pero los primeros rayos del sol la recibieron con una actitud nueva, con ganas de ser decidida y dar el primer paso, con ansias de quitarse el miedo y dejar a su marido, queriendo recuperar el tiempo perdido y salir adelante ella sola, tal como se lo había propuesto. Lo primero que hizo fué correr a la casa de sus vecinos protectores y darles un gran abrazo. Sús únicas palabras para ellos fueron: disculpenme, soy una tonta. Ambos entendieron que la chica, acababa de brincar una gran piedra que no la dejaba caminar, y se alegraron por la nueva actitud de Dina.

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domingo, 20 de marzo de 2011

LA HISTORIA DE DINA Parte 4

Algunas mujeres piensan que los golpes que reciben de sus parejas son merecidos y justificados. Después de aquel traumatico evento de violencia se quedó bloqueada, absorta de la realidad, con un gran sentimiento de culpa por haberse atrevido a soñar con superarse, con cambiar de vida, con ser mejor persona. Estaba convencida que ese era su destino y que si quería seguir con su esposo, debía ser prudente y no pensar en las cosas que le molestaban, pues finalmente, ella eligió su destino y ese destino tandria que ser a su lado.
Al otro día en que sus amables vecinos acudieron en su busca no contestó el llamado de la puerta. Seguía tirada en la cama. Sólo se paraba para atender a su hija. No quería saber nada de su nuevo trabajo pues ello le ocasionaría problemas con su marido si en la proxima visita que hiciera a su casa, se daba cuenta que aceptó trabajar.
Así estuvo por varios días. Perdió algunos kilos y se le veía mas demacrada que nunca. Su hija faltó varios días al jardin de niños y sus vecinos se cansaron de insistir tocando a su puerta. Sabian que estaba ahí por el llanto de su hija y el suyo propio en las medias noches que angustiada, recordaba los golpes y las humillaciones de su marido y maldecia desesperada las consecuencias de su mala suerte.

jueves, 3 de marzo de 2011

LA HISTORIA DE DINA Parte 3

Así pasaron los días, los meses y después de cinco años, Dina logró graduarse como maestra de primaria. Ni siquiera ese tan importante y significativo día estuvo su marido con ella. Ya no le importaba, encontraba fortaleza y apoyo en su hija y en sus vecinos. El reto había sido superado. Estaba lista para empezar a valerse por si misma.
A la siguiente semana acudieron al sindicato de maestros para iniciar los tramites de cesión de la plaza que su protectora le daría, como si fuese su hija. El funcionario que las atendio no dejaba de mirarla con ojos enfermos y lecivos, pero Dina se armó de valor y resistió con dignidad todas las insinuaciones, fue entonces que comprendió la terrible realidad que viven las miles de mujeres que acuden en busca de un trabajo, ante el asedio sexual de los malos funcionarios públicos que de todo quieren sacar tajada. Las hizo dar muchas vueltas durante varios meses, sin que la chica cediera a sus chantajes, hasta que fueron con otro funcionario que les tendio la mano y las ayudó a sacar el trámite. Lo conocieron en un puesto de tacos fuera del edificio. Le platicaron su caso y encontraron ayuda. Tambien comprendieron que siempre hay alguien dispuesto a ayudar sin interés y sin condiciones
.
Algunos dias despues, por fin salieron de ese sindicato de maestros con la orden de trabajo en mano. Dina no podía creer que por fin su sueño se hiciera realidad. Era la oportunidad de su vida. Se desprendería por fin del hombre que ya no amaba y que solo la utilizaba. Ganaría dinero para buscar una mejor vida para ella y su hija, en un solo momento se hizo tantas ilusiones.
Llegó a su casa ya entrada la noche. Ahí estaba su marido esperandola con un enojo de muchas horas. La felicidad que llevaba en el rostro, se desfiguró con el primer puñetazo que le asestó recien habia cruzado la puerta de entrada, deseosa de compartirle la noticia. Aún cuando le brotaba mucha sangre de la nariz como consecuencia de los varios golpes, la violó salvajemente y se fue a dormir borracho y satisfecho. Ahí quedó Dina tirada en el piso, culpandose por lo que habia hecho y lamentando haber ocasionado el enojo de su esposo.

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jueves, 10 de febrero de 2011

LA HISTORIA DE DINA Parte 2

El embarazo de Dina transcurrio con dificultades y mucha soledad. Las carencias economicas pero principalmente el abandono y la falta de cariño, repercutieron en su salud y en el desarrollo de su bebe, que día con día crecia rapidamente. Estaba completamente sola. Casi no sabia de su marido pues con motivo de su trabajo se perdia durante meses, solo de vez en cuando llegaba de noche y se iba de madrugada, dejandole unos cuantos billetes mas que por preocupación, por mera obligación.
Al lado de la casita de interes social donde arrumbaron a Dina, vivia un matrimonio formado por dos esposos que toda la vida habian sido maestros. Sus hijos habian crecido y ambos se encontraban en espera de su jubilicación, apenas a unos cuantos meses de que ocurriera. Las carencias de la chica llamaron la atención de los mentores y por iniciativa propia, además por el anhelo de tener a sus hijos otra vez, empezaron a apoyar a Dina y la ayudaron en algunas de sus necesidades, de ahi surgio una amistad que seria valiosa y significativa para la joven madre.
Ya muy cerca del alumbramiento, los maestros convencieron a Dina de que una vez que tuviese a su bebe buscara la manera de concluir sus estudios truncos, pues ellos podrían tratar de conseguir que ocupara el puesto en el trabajo que dejarían vacantes después de su jubilación, ya que sus hijos se dedicaron a otra cosa. Dina se entusiasmo mucho con la idea y nacio en ella una esperanza para salir de la atribulada vida que llevaba.
El día del parto se presentaron sus familiares en la clinica. Sus amables vecinos, pero no su marido que ese día dijo por telefono tener mucho trabajo en un pueblo lejano. Después de algunas horas de trabajo de parto, finalmente vino al mundo una linda bebita que aun despues de su descuido fisico nacio completamente sana. Su papa la conocio hasta quince días después, y sin mayor entusiasmo se limitó a decir que no se parecia a el. Luego se fue de nuevo dejando apenas lo suficiente para comprar un par de paquetes de pañales.
Fué asi entre muchas dificultades, que Dina comenzó a asistir a una escuela nocturna para completar sus estudios. Apoyada por sus vecinos y poniendo mucho empeño, logró concluir en un año una carrera tecnica con la cual podia aspirar a ocupar un trabajo en el magisterio, gracias al apoyo de los maestros, a los que ella cariñosamente les decia: "Mis angeles salvadores"
Mientras eso transcurría, su marido seguía mas alejado que nunca. Sus visitas se limitaban a una o dos veces cada tres meses, una noche de abrupto sexo y algunos billetes dejados de mala gana. Después de tanto empeño y tantas penurias, a Dina le quedo muy claro que fue mejor así, pues de lo contrario jamás hubiese pensado en superarse.


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viernes, 4 de febrero de 2011

LA HISTORIA DE DINA Parte 1

Dina se casó con Alberto cuando apenas cumplió los 17 años de edad. La miseria vivida hasta entonces, y la falta de oportunidades en el pueblo que la vio nacer, fueron como en muchos casos, dos motivos para que sus padres estuviesen de acuerdo en aquella boda.
Alberto trabajaba como agente de ventas en una compañia de jabones. Pasaba regularmente por el pueblito donde conocio a Dina. La convenció facilmente de casarse con el. Los regalos que Dina recibio fueron muy significativos para ella y simples productos de su trabajo para el, como jabones y escencias y uno que otro chocolate que le llevo de la ciudad.
La boda se llevó de manera sencilla y rápida. Los motivos que Dina tuvo para casarse no fueron mas bien el amor y el sueño de la boda esplendorosa y magica que casi todas las mujeres desean tener. Solo su familia y algunos invitados. Despues de la fiesta organizada en su misma casa, se fue con una maleta en mano y la bendición de su mama, a vivir a la ciudad con su repentino esposo.
Durante los primeros dias de vida matrimonial, Dina fue salvajemente usada como objeto sexual por su marido, que para disfrutar el evento de su "luna de miel" pidió algunos dias de vacaciones en su trabajo. Luego que concluyeron, se volvio a perder en sus constantes viajes por muchos pueblitos como el de Dina. No se enteró siquiera del embarazo de la chica, hasta cuando ya tenia tres meses, y su escualida figura mostraba una pequeña barriga que deformaba su juventud.
Despues de muchos gritos y reclamos de Alberto, a Dina le quedo claro que enfrentaria sola su embarazo y que pasaría muchas penurias en la gestación de su hijo. No se atrevió a pedir ayuda a su familia, sintió miedo de enfrentar los reclamos de sus papas y sus hermanos cuando le advirtieron de los peligros que corría, al casarse con un hombre al que no conocia por completo y al que no amaba lo suficiente. Por eso decidió enfrentar lo que viniera sola.
Cuando llegó a la clinica popular donde se atendio de su embarazo, lucia desnutrida, pálida,
enferma, triste. La doctora en turno le dijo con mucha preocupación que debía alimentarse y vitaminarse urgentemente, pues de lo contrario, corria el riesgo de perder a su bebe y de perder su vida. Dina recibió al dia siguiente la visita ocasional de su esposo. Con mucho miedo le repitió las palabras de la doctora y con mas coraje que preocupación, Alberto le alcanzó a aventar algunos cuantos billetes en el piso, además de dos cachetadas y una patada en las sentaderas...¡Por pendeja -le dijo- para que no te cuidabas! Luego el hombre salio dejandola una vez mas sola, sin saber por cuantos dias, y sin un te cuidas o un beso de por medio.

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