domingo, 20 de marzo de 2011

LA HISTORIA DE DINA Parte 4

Algunas mujeres piensan que los golpes que reciben de sus parejas son merecidos y justificados. Después de aquel traumatico evento de violencia se quedó bloqueada, absorta de la realidad, con un gran sentimiento de culpa por haberse atrevido a soñar con superarse, con cambiar de vida, con ser mejor persona. Estaba convencida que ese era su destino y que si quería seguir con su esposo, debía ser prudente y no pensar en las cosas que le molestaban, pues finalmente, ella eligió su destino y ese destino tandria que ser a su lado.
Al otro día en que sus amables vecinos acudieron en su busca no contestó el llamado de la puerta. Seguía tirada en la cama. Sólo se paraba para atender a su hija. No quería saber nada de su nuevo trabajo pues ello le ocasionaría problemas con su marido si en la proxima visita que hiciera a su casa, se daba cuenta que aceptó trabajar.
Así estuvo por varios días. Perdió algunos kilos y se le veía mas demacrada que nunca. Su hija faltó varios días al jardin de niños y sus vecinos se cansaron de insistir tocando a su puerta. Sabian que estaba ahí por el llanto de su hija y el suyo propio en las medias noches que angustiada, recordaba los golpes y las humillaciones de su marido y maldecia desesperada las consecuencias de su mala suerte.

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