jueves, 24 de marzo de 2011

LA HISTORIA DE DINA Parte 5

Después de algunos días en esas lamentables condiciones, Dina se vio obligada a salir en busca de leche y pañales para su hija. Lo hizo de prisa y por la noche para no encontrarse con sus vecinos a los que tenía miedo de darles la cara, más que para esconder sus ojos hinchados, por la verguenza de haberse alejado de ellos aún cuando sabia que casi todos los días de su encierro intentaron hablar con ella. En la tienda de la esquina donde sacaba fiado, se encontró ese día con una señora a la que nunca había visto y de la que sólo alcanzó a escuchar en la plática que tenía con la dueña del negocio, que acababa de llegar del norte por que se divorció de su marido al que no aguantó más debido a los malos tratos que le daba. Se trajo con ella a su hija de 12 años. Tenía un problema de discapacidad en ambas
piernas que la limitaban para moverse sola, pero ella como su unico apoyo se habia propuesto a sacarla adelante y por lo pronto, le pidió permiso a la tendera para poner una cartulina en donde ofrecer sus servicios para lavar y planchar ropa. Dina salió casi conmocionada por las palabras de aquella desconocida. Se sintió tan mal por lo que escuchó, que se fué corriendo a su casa y no pudo aguantar el llanto. Algunos vecinos que la vieron la tildaron de loca, a otros les dió lástima. No pudo pegar los ojos en toda la noche, se culpaba por cobarde, por no se capaz de pensar como esa desconocida, por no tener el valor de salir adelante sola, por tenerle miedo al hombre que la maltrataba y la humillaba, por que un dia le enseñaría lo mismo a su única hija. Pero los primeros rayos del sol la recibieron con una actitud nueva, con ganas de ser decidida y dar el primer paso, con ansias de quitarse el miedo y dejar a su marido, queriendo recuperar el tiempo perdido y salir adelante ella sola, tal como se lo había propuesto. Lo primero que hizo fué correr a la casa de sus vecinos protectores y darles un gran abrazo. Sús únicas palabras para ellos fueron: disculpenme, soy una tonta. Ambos entendieron que la chica, acababa de brincar una gran piedra que no la dejaba caminar, y se alegraron por la nueva actitud de Dina.

Suscribete a mi blog MUJERES MALTRATADAS Y HUMILLADAS es gratis!

No hay comentarios:

Publicar un comentario